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LA CORRIENTE GIRA A LA IZQUIERDA

Sopla el viento hacia la izquierda otra vez en América Latina: los socialistas de todos los colores y pelajes han comenzado a recuperar en sus países las pocas posiciones de gobierno, que habían perdido desde 2010 aproximadamente. La década que termina vio los fracasos de Kuckzynski en Perú, Macri en Argentina, los uribistas en Colombia, Peña Nieto en México, Piñera en Chile, y sus congéneres. En Brasil, a Bolsonaro, el mejor de todos, no le va bien; y Lacalle Pou en Uruguay luce políticamente muy pálido.

Termina esa fase del ciclo pendular, propio de la vida política, y comienza una nueva fase de izquierda. En 2018 López Obrador ganó en México, en 2019 los Fernández en Argentina, y en El Salvador Nayib Bukele, de la izquierda “posmodernista”. En República Dominicana, con Luis Abinader el 5 de julio, la derecha mala tuvo su única victoria significativa en 2020. En Bolivia, el pasado domingo 18 la izquierda ex oficialista de ese país, recuperó la presidencia perdida hace un año; y en Chile este domingo 25 ganó el “apruebo”. 

¿Y luego qué sigue? En Venezuela, elecciones parlamentarias en diciembre. En Perú, generales en abril de 2021. Después, intermedias en México y Argentina; y generales en Ecuador, Honduras y Nicaragua. Así el péndulo va y viene, cada diez años más o menos: de un lado los politiqueros de izquierda; de otro lado los politiqueros de la derecha mala, que no pueden, no quieren o no saben hacer las reformas de fondo para poner fin a los problemas reales de la gente.

  1. LOS PROBLEMAS REALES. Los buenos estudios de opinión, nos muestran los problemas reales que agobian a la gente del común. Unos atañen a las descuidadas funciones propias del Estado: la inseguridad personal y la justicia que no funciona; y las obras públicas deficientes: calles, caminos, puentes y rutas en abandono. Y los otros tienen que ver con funciones privadas por naturaleza, pero actualmente usurpadas por el Estado: no hay empleo, y los ingresos no alcanzan, por el lado de la economía; en educación y salud son muy deficientes los servicios estatales, e inaccesibles los privados, por falta de dinero; lo mismo pasa con las jubilaciones y pensiones.

Los politiqueros pasan; los problemas reales permanecen. En consecuencia, es obvio el descontento, la rabia y la desconfianza que el pueblo siente hacia “la política”. Pero lo que hay no es política; es pseudo-política o politiquería. La política gira en torno a leyes y políticas públicas, que las hay buenas y malas. La politiquería en cambio gira en torno al poder: los que mandan; estos o los otros. Pero da igual, porque sus leyes y políticas son siempre las mismas; son la causa de los problemas reales.

  1. LAS CAUSAS. Desde 1910, las constituciones, leyes y políticas públicas han tenido un contenido inspirado en las ideas socialistas del “Manifiesto Comunista” de 1848, firmado por Marx y Engels: los “Diez Puntos” del capítulo 2.

Se resumen así: cada vez mayores funciones, poderes y recursos al Estado, a fin de lograr el control estatal de la tierra y el agro, la industria, el comercio, las inversiones, la moneda y la banca. Y además la educación. En economía, el contenido marxista se combina en nuestros países con la pesada herencia “mercantilista” de tiempos hispánicos. Y al control de la educación, se le sumó luego el de la atención médica y la salud, y las cajas de jubilaciones y pensiones.

  1. LOS SUEÑOS POSTERGADOS. Cada persona que se acerca a nosotros nos trae un sueño bajo el brazo. ¿Qué quiere la gente y no lo puede hacer? Uno quiere poner un jardín de infantes; otro una escuela de padres; un maestro panadero quiere abrir una pastelería; un padre de familia quiere una reforma en la escuela de su hijo, y llega acompañado de la maestra; un joven violinista quiere hacer estudios de posgrado; un vecino quiere hacer una simple reforma en su casa, y otro en el barrio donde vive. 

Todo empresario quiere ampliar su negocio; todo estudiante aspira a graduarse, muchos a casarse; todo pastor o cura párroco quiere ampliar su templo; todo matrimonio desea más hijos, o desea educar y atender mejor a los que ya tiene; todo buen hijo desea ayudar a sus padres ya mayores.

Pero no pueden. ¿Qué lo impide? Las leyes malas, en casi todos los casos; y en todos, en absoluto, la falta de ingresos suficientes. La estrechez económica, siempre angustiante, es factor importante en muchos divorcios. Es imposible o muy penoso el ejercicio sabio y prudente de aquello que los cristianos llamamos “mayordomía” de la propiedad y asuntos privados: la buena administración de su “dominio”, económico y/o del hogar. Las leyes malas anulan la propiedad privada, destruyen la familia, y cargan impuestos, multas y gravámenes sobre las espaldas de la inmensa mayoría. Algo que muchos han podido hacer, y otros piensan hacer, es emigrar; pero la izquierda está al acecho en todos los países: no hay escapatoria. Las minorías gobernantes, socialistas y mercantilistas, y sus allegados, son los únicos que viven a cuerpo de rey.

  1. REFORMAS DE FONDO Y PARTICULARES. Suena presumido o jactancioso; pero es una realidad: nosotros somos los únicos que tenemos las soluciones. ¿Cuáles son? Para los problemas reales, la remoción de sus causas: derogación de leyes malas, e impulso a las “Cinco Reformas” para privatizar, desregular, y abrir los mercados a la competencia: “La Gran Devolución” de funciones, libertades y recursos a la gente. Y para los sueños postergados, las Cinco Reformas empoderan y habilitan a las personas para que cada cual pueda hacer sus “reformas particulares” a nivel de su entorno inmediato y dominios privados.

¿Nuestra voz se escucha? Pues poco a poco; pero sin volumen suficiente. El problema es que hay demasiado ruido. Las élites dominantes, beneficiarias exclusivas del sistema, hacen barullo y esparcen ruido por doquier, para impedir que las necesarias y urgentes reformas de fondo se discutan o siquiera se mencionan. Hacen dos clases de escándalos:

  1. La “histeria anticorrupción”. Para que la gente crea ingenuamente que la culpa no es del sistema sino de “la corrupción”. Lo peor es que la gente lo cree. Y ponen a todo el mundo a lapidar al “corrupto” diputado Fulano, al ex Ministro Mengana o al ex Presidente Zutano. “¡A la cárcel! ¡Que responda a la justicia! ¡Que devuelva lo robado!”. De esta manera el sistema se protege a sí mismo: desviando la atención y la discusión importante.


  1. Los cuatro jinetes del marxismo cultural. Esta es otro truco del sistema para protegerse. Ponen a todo el mundo a discutir sobre la ideología de género; sobre el “ambientalismo” catastrofista y aterrorizante; sobre el afro-indigenismo anti-blanco, anti-hispánico y anti-occidental; y todo con los malabares retóricos del relativismo “posmodernista”: “¡Esa es tu verdad! ¡Yo tengo mi verdad! ¡La verdad no existe!” Lo peor es que numerosa cantidad de gente cae en la trampa; especialmente en la clase media, la “pequeña burguesía” de la que hablaron Marx y Engels. 

En lo que resta de este año y el que viene, habrá elecciones en dos de cada tres de nuestros países. Y ante la incompetencia e incapacidad de la derecha mala, se prevén más triunfos de la izquierda. ¿Qué hacer? Por lo pronto te invitamos a informarte acerca de nuestro Movimiento 5 R, a conocer nuestros principios, proyecto, programa de gobierno y plan político. No es algo improvisado y por eso no podemos resumirlo todo en un comunicado, es el fruto del trabajo y el esfuerzo de muchos líderes y expertos, por varios años; te invitamos a conocer a los de tu país y a ponerte en contacto con ellos para incorporarte.

Uno de nuestros lemas es este: “PENSAR FUERA DE LA CAJA, PARA NADAR CONTRA LA CORRIENTE”. ¿Te gusta? ¡Comunícate! Las izquierdas no duermen ni perdonan.

26 de octubre de 2020.

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